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XXI Congreso APU

30 agosto 2024 a 31 agosto 2024

09:00 a 19:00

APU

 

Con mucha alegría y expectativa, estamos anunciando el próximo Congreso de APU, que tendrá lugar el 30 y 31 de agosto de 2024, en Montevideo.   Lo hemos llamado “Vivir en 2024 y después…” partiendo del interrogante en presente pero, sobre todo, proyectándolo al futuro, a ese “después” que pertenece a los jóvenes y las generaciones por venir.   Es allí donde el erotismo y las subjetividades actuales nos desafían en sus mutaciones y nos llevan a repensarnos una y otra vez como psicoanalistas y como sujetos de nuestro tiempo.

Enfrentados a las duras perspectivas globales del presente, en donde se multiplican las amenazas climáticas, ecológicas, bélicas y sanitarias; condicionados, además, por un modelo económico y social que conduce al consumo sin límites y el agotamiento de los recursos y de los sujetos; hacemos nuestra la preocupación que subtiende a la pregunta de Barthes y resuena en una de las últimas revistas Calibán de FEPAL: ¿cómo haremos para vivir y seguir viviendo juntos, creando, pensando, psicoanalizando?

Nos impulsa, además de la alarma, la necesidad de poner en relieve y reflexionar acerca de las configuraciones subjetivas contemporáneas, las transformaciones de los cuerpos y sus búsquedas eróticas, las voces disidentes que se hacen escuchar, resonando en un psicoanálisis vivo y en transformación constante, permeable a los desafíos de su época.   Sabemos que 2024 no nos encuentra únicamente golpeados por el terror, sino también conmovidos y deseantes, formando parte de una historia que, como tal, no puede dejar de ser heterogénea y desigual; tiempos en los que coexiste lo mejor y lo peor que hemos sabido inventar para nosotros mismos.

Siguiendo estas inquietudes, hemos organizado las temáticas que aborda este Congreso en tres ejes de contenidos que, evidentemente, se superponen e hibridan, teniendo como línea central que los conecta la teoría y la práctica del psicoanálisis en la actualidad y hacia el futuro.

-EROTISMOS EN MUTACIÓN

Pasiones, prácticas sexuales y posicionamientos identitarios en torno al género y el cuerpo, parecen dar cuenta en la actualidad de nuevos modos del erotismo que desafían las perspectivas tradicionales del psicoanálisis; y éste, como praxis históricamente situada, no puede perder su referencia al contexto de su época, el cual imprime su sesgo singular tanto a las formas siempre renovadas del deseo, el malestar, la opresión, los placeres y los goces, como a su teorización conceptual.

La puesta en cuestión de los sistemas patriarcales y coloniales hegemónicos, a punto de partida de los movimientos de feminismos y post feminismos de fines del siglo XX, de los gay&lesbian studies, de la teoría queer  y los activismos LGTBQ+, dan cuenta de un verdadero colapso de los sistemas instituidos por la modernidad, habilitando también a la mutación de las formas del erotismo y de los procesos de subjetivación, lo cual se extiende hasta la fractura de los límites del género y la identidad sexual.

Si Sigmund Freud supo introducir en sus conceptos respecto de la sexualidad una fuerza irreverente y subversiva, hoy nos toca continuar con la sublevación, sometiéndolos a revisión, cuestionando y renovando su potencial.

De los binarismos hombre/mujer, fálico/castrado, homosexual/heterosexual,  a la impugnación de las categorías y la defensa por la ambigüedad del “género fluido” o la transexualidad, el golpe es fuerte y el recorrido es largo.  Del cuerpo anatómico como real marcado por la diferencia sexual, que actuaría como límite o punto de partida inapelable, al cuerpo como pura construcción cultural o efecto performativo, ¿dónde ubicarnos?

Proponemos en este eje temático abrirnos a un psicoanálisis en diálogo, que se permita escuchar las formas clínicas con las que convivimos en este 2024 y más allá de él, siempre también en la aceptación de nuestros límites en relación a un sexual que continúa siendo enigma insondable, opacidad que no se puede soslayar sino, en todo caso, bordear en la situación única de la escena transferencial.

-¿QUÉ MALESTARES PARA LAS SUBJETIVACIONES DEL HOY?

La práctica psicoanalítica refiere a un sujeto inscripto y atravesado por determinado orden simbólico, lo cual sella desde el origen mismo de su advenimiento, el anudamiento indisoluble de lo social-cultural con lo intrapsíquico, así como el carácter éxtimo, a la vez que íntimo, de sus pulsiones y fantasmas.

Pero, ¿qué es lo novedoso de estas dimensiones en este momento histórico? ¿Cuánto y cómo el psicoanálisis debe repensar sus propias categorías para acompañar la vorágine de estos tiempos, en los que la angustia se presenta en la clínica con nuevos rostros, la sobrecarga de información desborda las posibilidades de tramitación psíquica, las hostilidades se multiplican y el desfallecimiento subjetivo en formas de depresión y suicidios aumenta en forma significativa?

¿Qué tenemos para decir hoy los analistas, en 2024 y hacia el futuro, cuando nuestros niños y adolescentes siguen padeciendo los efectos del encierro obligado de la pandemia, las exigencias modélicas de la cultura, la aspiración a los cuerpos hegemónicos, perfectos e inmortales, las amenazas del consumo y de la violencia urbana; cómo seguir defendiendo el valor indiscutidamente central del cambio psíquico sin tomar en cuenta hasta qué punto las dificultades socioeconómicas y el desempleo coartan las proyecciones de gran parte de los adultos jóvenes y muchos de nuestros mayores envejecen en la precariedad y el aislamiento social?  ¿Cómo hacer con los que han quedado condenados a la periferia o han sido directamente excluidos del sistema?

Cada “hoy” determina una categorización histórica del modo que tienen los sujetos de pensarse y desafiar estos modos es también uno de los compromisos éticos que le conciernen al psicoanálisis contemporáneo. Poder enfrentarse a lo preestablecido, a la alienación y los constreñimientos intra y extra psíquicos, reconectarse con el hecho de que cada consultante trae consigo un desafío y una pregunta abierta tanto al analista como al psicoanálisis todo.

Nos cautiva pensar desde un  ”psicoanálisis en lengua menor”, descentrado de los centros hegemónicos de saber y poder, reactivo frente a las amenazas desubjetivantes, abierto a la interdisciplina y sensible a la hibridez y expansión de las fronteras, incluso aquellas que separan lo humano de lo no humano.  Un giro crítico que sigue apuntalándose en la renuncia a la pretensión explicativa y diagnóstica, que habita los territorios inciertos y desconcertantes, pero también más creativos y transformadores, de la interrogación.

-2024 Y DESPUÉS…

En la era de la consolidación de la cultura de la tecnología, donde las relaciones interpersonales están atravesadas por cuestiones como la virtualidad, la inteligencia artificial y la robótica, ¿qué puede decir el psicoanálisis en relación al modo en que se configuran las subjetividades y los vínculos?

Internet, las redes sociales, las aplicaciones de citas y la virtualidad en general, que inicialmente complementaron y funcionaron multiplicando las posibilidades de encuentro interpersonal, han pasado, en muchas ocasiones (y mucho más a partir de la pandemia de Covid 19) a prescindir por completo de éste, sustituyendo lo presencial y lo físico por lo virtual.  Es entonces que nos preguntamos: ¿qué nuevas formas eróticas surgen allí donde el encuentro con la materialidad de los cuerpos es elidido?  Por otra parte también: ¿qué nuevo psicoanálisis para un encuadre a distancia?

Porque además, la cultura tecnológica contemporánea no solamente ha afectado la construcción de los imaginarios eróticos, sino que también ha intervenido en múltiples sentidos y niveles, los cuales van desde la posibilidad de metamorfosear e intervenir los propios cuerpos con dispositivos médicos, estéticos o protésicos; o los alcances imprevistos e inquietantes de las inteligencias artificiales, hasta el trastocamiento de las fronteras, no sólo geográficas o corporales, sino aquellas propias de la organización social, que delimitan lo íntimo, lo privado, lo público y lo político.

Todo lo que podemos ubicar bajo la nominación amplia e imprecisa de “nuevas tecnologías” reconfigura y transforma los modos de subjetivación y producción simbólica de niños, jóvenes y adultos, relanzando el interrogante acerca de sus alcances y sus riesgos y, particularmente, acerca de cuáles son las condiciones psíquicas y materiales con las que un sujeto cuenta para apropiarse de lo que la nueva era ofrece, en el sentido de que, detrás de una aparente democratización de los medios, podría seguir operando una lógica económica y tecnológica que profundiza la brecha de la desigualdad y establece nuevas formas de exclusión.

-MODALIDAD DE FUNCIONAMIENTO

La mutación, centro de la propuesta, desborda la conceptualización y modela también en este caso la modalidad de trabajo elegida.

Si bien, quizás afortunadamente por momentos podemos olvidarlo, venimos de una pandemia global, lo cual, junto con otras características del contexto contemporáneo, ha contribuido a generar una crisis de la presencialidad.  Es notoria la proliferación de propuestas de actividades académicas y culturales en nuestro medio, mientras que, por el contrario, el público presente disminuye y la asistencia es eminentemente virtual.  En  nuestro caso, queremos apostar no solamente a la presencialidad, sino a una inclusión activa de los inscriptos, en modalidades más participativas que enriquezcan lo expositivo, lo cual nos ha llevado a pensar en un formato diferente para el Congreso.

En primer lugar, estamos proponiendo un Congreso más acotado, tanto en cuanto al número de días como en relación a los espacios de actividades propuestas, las cuales en los formatos tradicionales se vuelven con frecuencia difíciles de abarcar y un torrente de información casi imposible de procesar.  Aspiramos a generar espacios que alternen la exposición con la discusión y el intercambio, en tiempos lo suficientemente dilatados como para permitir una efectiva participación de los asistentes.

A esos efectos dividimos el trabajo en dos tipos de actividades:

Paneles centrales, para los que contaremos con invitados especiales que trabajarán sobre la temática y los ejes propuestos por el Congreso.  Los mismos estarán integrados tanto por psicoanalistas como por profesionales de otras disciplinas, de especial relevancia en el medio local e internacional, invitados por la Comisión Científica con el asesoramiento de analistas de amplia trayectoria en nuestra institución; y

Espacios de presentación y discusión de textos.  Para estos últimos se convocará a la presentación, ya no de los “trabajos” tradicionales, sino de lo que podríamos llamar “reflexiones disparadoras”, “notas para pensar”, “textos problematizadores”, “pretextos”, que retomen la temática de los ejes propuestos y/o de los paneles.  Dichas presentaciones tendrán una extensión máxima de 750 palabras (para tener una referencia aproximada, eso supone 2 carillas y 6 minutos de exposición, según el formato de texto y la modalidad expositiva), incluida la bibliografía y sin notas a pie de página.  Se destacará el valor de los mismos como catalizadores para la discusión, así como su aporte en relación a aspectos conceptuales, desarrollos teórico clínicos o inclusión de fragmentos de análisis o situaciones clínicas que estén en articulación con las temáticas propuestas.  Será central en estos espacios el rol del coordinador, que actuará como moderador y articulador de la discusión y el intercambio entre expositores y asistentes.

Dado lo acotado del tiempo total del Congreso y del dedicado a la presentación de textos, es evidente que tendremos que hacer un selección de los mismos y sabemos de lo antipático de esta medida.  Los congresos son momentos privilegiados de intercambio tanto entre los psicoanalistas como con la comunidad y es por ello que queremos resaltar que lo que estamos proponiendo no significa renunciar a dicho intercambio sino, por el contrario, hacerlo en otro formato, más horizontal, en el que quienes no lleguen a poder exponer, puedan participar espontáneamente desde su lugar de asistentes.

Los textos serán recibidos en su extensión completa (no se envían resúmenes ni intenciones) a la dirección de casilla de correo que se comunicará a la brevedad, desde donde se los reenviará en forma estrictamente anónima a lectores psicoanalistas de APU, de trayectoria institucional destacada y externos a la Comisión.  Será condición excluyente para su recepción, la adecuación al límite de palabras y la efectiva pertinencia y adscripción a alguna de las temáticas propuestasEl límite para la presentación de textos será el viernes 12 de abril 2024.  Oportunamente serán notificados los autores, asignándoles el espacio y la franja horaria correspondiente para su exposición.

Por otra parte, si bien la modalidad general propuesta para el Congreso supone una apuesta fuerte a la presencialidad, no queremos excluir de la posibilidad de acercarse al mismo a quienes residan en el interior o exterior del país.  Es por eso que también contaremos para ellos con una inscripción virtual.  A la brevedad comunicaremos dónde y cómo inscribirse, así como los costos para ambas modalidades.

-ENTONCES…

Nuevas circulaciones de deseos, poderes y saberes van conquistando territorios y configurando dimensiones diversas del con-vivir en 2024 y después; versiones y subversiones de las que el psicoanálisis no puede excluirse, puesto que supo surgir a contracorriente de lo establecido, y porque también está convocado y obligado a escuchar.  Nos estamos preguntando no sólo por las mutaciones que nos esperan como habitantes del planeta, sino también por aquellas que atañen a las nuevas generaciones de psicoanalistas. ¿Estaremos preparados para seguir revisando e interviniendo las conceptualizaciones y nominaciones psicoanalíticas prínceps sin perdernos de su efectividad ni de su potencial creativo y liberador?  ¿Podremos tomar las críticas y ser receptivos a los cambios como para seguir reinventando y dando aire a nuestra tarea?

Los invitamos a pensar y vivir juntos estos y tantos otros interrogantes en nuestro Congreso.

Comisión Científica: Natalia Mirza Labraga, Directora, Viviana Amaral, Raquel Cal, Carolina Carballido, Fernando García, Guillermo Labraga, Gabriela Levy, Verónica Mangarelli, Mariana Mantiñán, Ximena Méndez, Matías Nagy, Javier Peluffo, Silvia Pesquera, Romina Ruiz.

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